LA VEDA EN EL PERÚ
“La veda es el procedimiento mediante el cual el
Estado protege una especie animal, o vegetal, por medio de impedimento legal de
recolectarla o cazarla durante el tiempo que se considere adecuado. La veda se
puede declarar para proteger la especie en peligro de extinción, para permitir
una mejor reproducción y garantizar su sobrevivencia, para no permitir que la
población de la especie entre en crisis por el escaso número de individuos,
para permitirle a la especie que se desarrolle adecuadamente y sea más rentable
a la hora de su explotación comercial. Hay vedas que son estacionales, es decir
que se declaran cada año al llegar la estación, otras son esporádicas y se
declaran solo cuando se considera necesario. La duración de las vedas depende
del tipo de especie a proteger y puede abarcar incluso varios años y
posteriormente se abre la explotación en forma restringida, es decir se
mantiene una veda parcial.”
Teniendo un concepto más claro sobre el significado
de la “época de veda” podremos darnos cuenta que respetar esta regulación
mediante la participación activa al momento del consumo nos permitirá disfrutar
a largo plazo de los beneficios de la riqueza natural de nuestro territorio, el
cual tenemos el deber de proteger. Dejar de lado la importancia de esta
regulación es sinónimo del empobrecimiento sistemático del patrimonio natural
del país y por consiguiente del fomento de menores posibilidades de desarrollo
para sus habitantes, no se debe olvidar que en muchas zonas del país las
actividades de recolección de especies naturales es un medio de vida el cual
permite el sustento de personas y en ese sentido para todos aquellos que
habitan en grandes ciudades sería recomendable detenerse a pensar sobre las
implicancias que puede tener consumir el día de hoy un plato que esté preparado
con un insumo que se encuentre en época de veda.
La declaración de época de veda es un tema que
muchos de nosotros escuchamos en los medios año a año, siendo normalmente
considerado un hecho pasajero el cual tiene una significación secundaria en
comparación con la problemática cotidiana del país, lo cual en el contexto de
crecimiento y expansión de la gastronomía peruana podría ser importante
prestarle mayor atención debido a que de esa forma tanto comensales como
establecimientos de venta de comida podrá permitir el crecimiento sostenible de
la industria y a partir de allí convertir a la comida peruana en un motor de
desarrollo que sirva como modelo para otros sectores económicos del país.
Colaborar con el cumplimiento de las épocas de veda
de cualquier especie aprovechable que habite en nuestro territorio contribuye a
que dicho recurso pueda ser utilizado por las siguientes generaciones de
personas que habiten el país del mismo modo que nosotros lo hacemos
actualmente, es decir que al prestar la debida atención sobre si nuestro
restaurante preferido se encuentra respetando esta legislación permite que
exista un enfoque más adecuado sobre la relevancia de los recursos del país y
el papel que juegan las personas para que estas perduren en el tiempo.
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